El Principado de Andorra, en su esfuerzo para promover la inversión extranjera en el país, aprobó una ley el 2012: Ley 10/2012 de Inversión Extranjera. Esta ley quita la restricción al capital invertido permitiendo que el 100% provenga dl extranjero. Desde su aplicación, las inversiones extranjeras en el país no han dejado de subir. En especial, el volumen de inversión del año 2019 ha subido un 82% respecto a 2018 y 10 veces superior a la registrada en 2013. Esto demuestra la confianza de los inversores extranjeros en la seguridad y estabilidad que ofrece Andorra.

De los tipos de inversión, la patrimonial ha sido la más alta y le siguen la prestación de servicios y promoción inmobiliaria y construcción.

La mayoría de las solicitudes de inversión recibidas han sido aprobadas, un 94%, siempre cumpliendo la normativa europea y los estándares que promueve el GAFI, Grupo de Acción Financiera Internacional, en que las inversiones extranjeras no provengan de personas jurídicas, personas físicas que residan, estén domiciliadas o sean ciudadanos de los países que no estén relacionados con el lavado de dinero o el terrorismo. El gobierno emite un informe en que, si las personas físicas o jurídicas están relacionadas con el lavado de dinero o en terrorismo, desestima su inversión. Tampoco se aprobarán las solicitudes que claramente afecten la estabilidad y seguridad del país, su soberanía, orden público y económico, el medio ambiente, la salud pública, interés general o el ejercicio del poder público.

La mayoría de las inversiones provienen de España con un 45,5%. Le sigue Francia con un 25,5%. Otro dato interesante es que, de las empresas que recibieron el visto bueno para invertir en Andorra, el 77% de ellas formalizaron la inversión de capital, cerca de 790 millones de euros.